Existen alteraciones o disfunciones visuales que no cursan con disminución de agudeza visual, es decir, que el hecho de alcanzar una vista del 100% puede no ser suficiente para gozar de una excelente Visión, y la Terapia Visual puede ser la clave en el proceso de adquisición o mejora de ésta y del resto de las habilidades visuales.
Cuando son examinadas las áreas de la eficacia y función visual podemos encontrar dificultades para mover correctamente los ojos, enfocar de forma prolongada a distancias cercanas, realizar cambios de enfoque sin retardo, coordinar los dos ojos en el mismo punto del espacio, integrar la visión central y la visión periférica, o conseguir una buena visión tridimensional. Y cuando son examinadas las áreas de percepción y procesamiento de la información visual podemos encontrar alteraciones del sistema vestibular y propioceptivo, dificultades de lateralidad/direccionalidad, habilidades reducidas de análisis visual, pobre integración visuo-motora (coordinación ojo-mano), o visuo-auditiva, etc..
Todas estas habilidades forman parte de la Visión, por lo que el optometrista debe conocer su grado de desarrollo y determinar las pautas de intervención mediante Terapia Visual para que el paciente logre alcanzar sus objetivos o su máximo potencial.
La Terapia Visual es un tratamiento eficaz para un porcentaje altísimo de pacientes, pero a continuación se expone a modo de resumen una breve guía de los problemas y tipos de pacientes que pueden beneficiarse de ella:
- Escolares con dificultades de aprendizaje: lectura ineficaz, pobre caligrafía, alta frecuencia de inversiones al leer/escribir, alteraciones de la atención y el comportamiento asociadas al ámbito del aprendizaje, etc…
- Fatiga, bajo rendimiento o dolores de cabeza relacionados con el uso de la visión.
- Estrabismo y/o ambliopía (ojo vago): a cualquier edad.
- Miopías en evolución.
- Visión doble y otras alteraciones secundarias a un traumatismo o daño cerebral.
- Alteraciones posturales.
En Ópticlínica desarrollamos programas de Terapia Visual Comportamental que, gracias a la formación de su equipo y los medios con los que cuenta el centro, pueden combinar diferentes técnicas para cubrir las necesidades específicas de cada paciente.
En general, los pacientes deben acudir a la consulta de nuestro centro al menos una vez a la semana para realizar sesiones dirigidas y supervisadas por el optometrista, que planificará los procedimientos que el paciente debe practicar en casa a modo de ejercicios durante unos 15-20 minutos diarios (4-5 días a la semana). La duración del programa dependerá de los objetivos marcados entre paciente-optometrista y el grado de evolución de cada paciente.