Los niños aprenden estrategias para compensar sus dificultades y evitar las molestias ocasionadas por una alteración de la función visual.
OBSERVAR para detectar: Si observamos las posturas y el comportamiento de un niño podemos detectar SIGNOS DE ALERTA.
Ver Vídeo “Visión, Postura y Comportamiento Infantil”
- Inclina o gira la cabeza hacia un lado.
- Se acerca mucho cuando lee, escribe o usa un dispositivo móvil.
- No le gusta leer y prefiere que le lean a leer por sí mismo.
- Rechaza o evita la lectura o hacer los deberes.
- Se ayuda del dedo para no perderse al leer.
- Se distrae con frecuencia al leer o realizar las tareas escolares.
- No tiene buena caligrafía, coge mal el lápiz o hace excesiva presión.
- Presenta desinterés, pierde la atención con frecuencia o suele estar pendiente de todo lo que le rodea.
- Inclina mucho el papel cuando escribe.
- Se tapa o cierra un ojo. Hace guiños con frecuencia.
- Tiene dificultades para manejar tijeras u otras herramientas manuales.
- Tiene dificultades para lanzar o recoger pelotas.
- Presenta dificultades de equilibrio al montar en bici o patines. Suele buscar apoyo o ayuda.
- Se encuentra inseguro al bajar escaleras.
- Le parece difícil montar en bici sin ruedo es, alguna vez se cae, o evita cogerla.
- Presenta dificultades de coordinación motora en deportes.
- Le parece difícil saltar y dar brincos.
EVALUAR para conocer:
Ante cualquier sospecha pide al optometrista una evaluación de EFICACIA Y PERCEPCIÓN VISUAL para conocer si existe alguna alteración.
INTERVENIR para mejorar:
Y si lo ve necesario té recomendará intervenir para mejorar su RENDIMIENTO VISUAL.
La TERAPIA VISUAL puede ser la clave.